martes, 16 de julio de 2013

Pensamientos de un Mediocre


Entre a mi cuarto. Desde luego, estaba aburrido. Tome mi guitarra y empecé a tocarla. Hice un recuento de aquellas canciones que me gustaba cantar. Las toqué y canté. Entonces me di cuenta que realmente no soy bueno cantando. Me sentí mal y bien al mismo tiempo. Decidí tocar aquellos solos de guitarra que alguna vez había aprendido. No me salían claramente. ¿Había perdido la práctica? No, simplemente nunca los había logrado tocar como se debía. Me esforcé y me di cuenta que realmente alguien normal no se percataría que no suenan como tienen que sonar. Sin embargo yo si. Y me molesta. ¿Cómo podía conformarme con que la gente no se diera cuenta si yo me estaba dando cuenta? Toda mi vida ha sido una pelea contra la mediocridad. Dudo que fuera falta de atención o algo así en mi niñez. Pero el deseo de destacar en algo me quemaba por dentro. Tampoco es fama lo que busco. Solo saber que tengo un talento que nadie más tiene, saber que soy bueno en algo. Sentirme especial. Pero no, aunque lucho por sobresalir, solo soy uno más. Uno mas de muchas y muchas manadas. Sirvo para todo, no soy bueno en nada. Y sabía que si me esforzaba podría llegar a sobresalir en algo. ¿Pero que es esta falta de voluntad? ¿Es que de verdad en vez de relajarme debería luchar por sobresalir en algo? ¿Todos tienen derecho a descansar verdad? Soy un mediocre, un soñador, un perdedor y un ganador al tiempo. Siempre tan cerca de la satisfacción. Siempre tan cerca de la frustración. ¿Cómo superar lo que creemos que somos? ¿Cómo diferenciar nuestros limites con la frustración y la satisfacción de la superioridad? ¿Porque lo anhelo tanto? ¿Porque siento necesario hacer algo que todo el mundo sea capaz de apreciar como mio? Algo hecho por mi, por nadie más y que todo el mundo lo note. ¿Porque tengo esta necesidad de reconocimiento? De que alguien me diga que está orgulloso de mi y que me diga que lo he hecho bien de corazón y no solo para hacerme sentir bien. No hay nada peor que ser felicitado cuando sientes que no has dado todo de ti y al mismo tiempo sabes que más no pudiste hacer. Sabes que caíste exhausto al hacerlo pero aún así no es suficiente para ti. ¿Que es más importante satisfacerte a ti mismo o a los demás? ¿Pero también que es más conveniente? Me siento joven y viejo para una vida en la que lo he perdido y ganado todo. ¿Podré responder esas preguntas algún día? ¿Podré estar orgulloso de mi mismo? ¿Podré quedar satisfecho con lo que soy? Al menos seré feliz. Si, soy un mediocre.

domingo, 14 de julio de 2013

Palabras Correctas



Siempre me aseguré de abrazarla fuerte. No importaba a donde fuéramos. Me hacia detrás de ella y la abrazaba lo más fuerte lo que podía. No importaba si le hacia más peso o si estaba incómoda. Tenia que asegurarme que era mía, que seria mía y que nunca se iría. Siempre la rodeé con mis brazos, acerque mi cabeza a su cuello y olía eso a lo que solo ella huele mientras hablábamos y yo la besaba.

¿Hice bien verdad Dios? De verdad la amé. De verdad la protegí. De verdad estuve ahí cuando me necesito. De verdad la hice reír. De verdad, de verdad y de verdad la hice feliz. Yo también fui feliz. Soy feliz. Aún no se si mañana voy a ser feliz. No quiero maldecirlo, pero probablemente. La abracé muchas veces. Es atrevido decirlo, pero seguramente muchas más veces de las que la besé. Necesitaba asegurarme que era mía. Necesitaba asegurarme que lo único que le daba valor a mi vida y que me hacia sentir seguro era real. La abracé y la abracé. Necesitaba tenerla. Necesito tenerla. Ojala estuviera en mi cama en este momento mientras escribo esto, así cuando la acabara la besaría en el cuello, olería eso a lo que solo ella huele y la abrazaría hasta mañana.

Sólo quería dedicar el resto de mi vida a ella, y para ser honestos, ella no se veía muy asustada por ello. Creí en lo nuestro. Tomé las riendas cuando lo necesitaba. Eran 3 nuestros hijos. Lorena, la mayor. Y la abracé de verdad. Como si abrazarla me asegurará que nunca se fuera a ir. Y aún así, aunque soy capaz de expresar lo que siento en este espacio, aveces no me alcanza para expresarselo a ella. ¿En que momento se fue de mis brazos? Yo la abracé todo el tiempo. Ahora corre muy cerca de mi. Lo mejor sera abrazarla nuevamente y evitar que se escape nuevamente. ¿Y si esta vez no quiere ser abrazada?

Te juro que la amé. Me hizo sentir como se siente un niño. Lo supe. Fue un viernes en la tarde mientras escuchábamos música y yo la abrazaba. Los niños son felices y no lo saben. Cuando creces pierdes ese sentimiento de felicidad y es allí donde te das cuenta, no importa si pasaste malos momentos en tu infancia, sea como sea, sea si eres rico o eres pobre, si no tienes piernas o si tienes cuatro, cuando eras niño eres feliz. Y si una mujer te hace sentir así, déjame decirte hombre: has amado, la amaste. Entonces porque dejas que de cuando en cuando se escape de mis brazos. Yo la amo. Yo la abrazo para que ella me ame. No dejes que se escape. Tu lo viste todo. No me abandones tu también. Yo la amo y ella eres tu.